Redacción
De concretarse la nueva expectativa del gobierno para la inflación, de 5.5 por ciento para este año, se acumularía un aumento de 25 puntos porcentuales en los primeros cinco años de la actual administración, el más alto para un periodo similar en lo que va de este siglo, sobre todo por el encarecimiento de alimentos y de energéticos.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) está anticipando una mayor inflación de la prevista para este 2022.
En los Precriterios Generales de Política Económica 2023 que entregó el viernes al Congreso de la Unión, actualizó el nivel para el índice que mide los precios al consumidor para el presente año.
Se prevé una inflación de 5.5 por ciento, que difiere de la estimación previa de 3.4 por ciento, debido a la incorporación de las presiones internacionales sobre los alimentos y materias primas no contempladas, expuso.
Mario Correa, economista independiente, comentó a propósito de los Precriterios, que al igual que el nuevo pronóstico de crecimiento de la economía, de 3.4 por ciento desde una estimación anterior de 4.1 por ciento, el de la inflación es muy optimista, debido a que se mantendrá la tendencia al alza de los precios, dijo.
Lo anterior, apuntó, a pesar de que se están subsidiando los combustibles para que su encarecimiento no afecte demasiado a la inflación, por lo que le pareció en general un escenario endeble para las principales variables, y se requerirán ajustes importantes conforme avance el año, a menos de que pase algo que hoy no se percibe en el análisis.
En la más reciente encuesta que levanta el Banco de México (Banxico) entre 37 grupos de análisis del sector privado nacional y extranjero, el consenso elevó la inflación de 4.68 a 5.80 por ciento para el presente año.
Por su parte, en la encuesta que realiza entre sus integrantes el Comité de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), la expectativa más pesimista para la inflación es de 7 por ciento.
En el documento de PreCriterios, la SHCP reconoce que los estímulos complementarios al que se otorga a través del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas y diésel, tienen la finalidad de que los precios al público no aumenten en términos reales y se vuelvan una presión inflacionaria adicional.
Se publicó el pasado sábado que los efectos de la inflación han provocado que a nivel local, tan solo los alimentos suban 30 por ciento en el último año.
Economistas anticipan que en los próximos meses, este indicador seguirá acelerando.
