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Europa padece su dependencia al gas de Rusia

El Kremlin (Gobierno ruso) declaró ayer, tras el corte de suministros de gas ruso a Polonia y Bulgaria, que los envíos serán interrumpidos también para otros países si estos no aceptan el nuevo mecanismo de pago en rublos.

“Conforme se acerque el tiempo de pago y si los consumidores rechazan el nuevo sistema de pago, el decreto presidencial será implementado”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.

Peskov negó categóricamente que la interrupción de los suministros sea un chantaje, tal y como lo describió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

“No se trata de ningún chantaje (…) Estamos categóricamente en contra de esa afirmación”, dijo Peskov, quien agregó que los países europeos fueron avisados con antelación de que Rusia pasaría a un nuevo sistema de pago en respuesta a sanciones comunitarias a Moscú y el bloqueo de los fondos del país en el extranjero.

Von der Leyen aseguró que la Unión Europea (UE) dispone de planes de contingencia para eventuales cortes de gas de Rusia tras la suspensión del suministro a Bulgaria y Polonia por no pagar en rublos.

“El anuncio de Gazprom de que suspenderá unilateralmente la entrega de gas a los clientes en Europa es otro intento de Rusia de utilizar el gas como instrumento de chantaje”, declaró Von der Leyen en un comunicado.

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, dijo que el bloque debe reducir la dependencia al gas y al petróleo ruso y “reconvertirse a energías verdes”.

“Nuestra dependencia del gas y del petróleo ruso ha ido, sin duda, demasiado lejos (…) Esta ultima decisión de Rusia no hará sino acelerar que Europa se reconvierta a energías verdes que no creen dependencias y no atenten contra el clima”, dijo Borrell.

El gas ruso supone el 40 por ciento del consumo de la Unión Europa y sólo en 14 países europeos la dependencia de Rusia supera el 50 por ciento: Bosnia-Herzegovina, Macedonia del Norte y Moldavia con una dependencia del 100 por ciento. Por encima del 90 por ciento se sitúan tanto Finlandia como Georgia y Letonia, y con porcentajes superiores al 70 por ciento están Estonia, Bulgaria y Eslovaquia. Por detrás se sitúan Croacia (68 por ciento), República Checa (66 por ciento), Austria (64 por ciento) y Grecia (51 por ciento); al grupo se suma Alemania, cuyas cifras más actualizadas apuntan a un peso del gas ruso en sus importaciones totales del 55 por ciento).

Desde el pasado 1 de abril, los pagos por el suministro de gas ruso deben realizarse en rublos, en virtud de una orden de Putin, algo que la mayoría de los países europeos se han negado a hacer.

Written by Redacción

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