Redacción
En medio de la noche, sola y con los brazos cruzados, así conoció el mundo a Debanhi, una joven de 18 años cuya vida terminó en circunstancias desconocidas, aunque para algunos es más claro que el agua.
Todo comenzó cuando la última fotografía que le tomaron llegó a las poderosas manos de las redes sociales, donde, en poco tiempo, logró dominar tendencias; ahora todos conocían a Debanhi y su historia era totalmente incierta, tanto como por qué sus “amigas” la abandonaron en una carretera de tan mala espina.
Y ese fue el primordial detalle; a Debanhi la “abandonaron” dos mujeres de la misma edad. Este minúsculo problema empezó un linchamiento masivo en redes, volviendo el “mis amigas me cuidan” una mentira, al menos para algunos.
Enseguida, una revictimización profunda y colectiva se ejerció en Debanhi, convirtiéndola en culpable al 100 por ciento, por salir a divertirse e ingerir alcohol; “estaba descontrolada”, dijeron sus amigas. Otros medios la llamaron “rebelde” por irse así, por tomar la decisión de caminar en la carretera Laredo por su cuenta.
Figuras públicas como Monhi Vidente también ofrecieron su granito de arena, ella y otras pitonistas, “revelando” la supuesta ubicación de su cuerpo sin vida que, sorpresivamente, coincidió con las “predicciones”. Sin embargo, esto también fue motivo de desconfianza en Internet: ¿y si sembraron el cuerpo por culpa de las videntes?, se preguntaba la gente.
Aunque en México desaparecen hasta 10 mujeres al día, y actualmente haya más de 24 mil 600 desaparecidas, el caso de Debanhi llegó con preguntas, dudas, curiosidad, morbo y de todo, pese a ser una en un millón.
ALGO QUÉ ANALIZAR
En la última fotografía, al menos hasta ese momento, que se conocía de Debanhi, en la carretera Laredo, había incertidumbre y otros factores para investigar, dando pie a una discusión en redes, donde llegaron a asumir que Debanhi estaba siendo perseguida, o acechada, por miembros de del Cártel del Golfo o el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Tan sólo dos luces detrás de la joven dieron partido a una discusión infinita de posibilidades, donde la foto llegó a ser publicada una y otra vez, siendo investigada por los fanáticos de las teorías conspirativas; además, resultó que la fotografía llegó a causar un miedo inexplicable, por su naturaleza perturbadora.
Enseguida y, al día de hoy, la Fiscalía de Nuevo León ha revelado fotografías, videos y otra multimedia pertinente al caso, dando pie a que los investigadores de Internet realicen su “trabajo” e intenten descifrar qué pasó con Debanhi Escobar, quién le hizo daño y por qué.
UNA HISTORIA QUÉ CONTAR
Los padres de Debanhi han permanecido en el entorno mediático, con razón, desde la pérdida de su hija; incluso, se han revelado datos íntimos sobre la familia, como el hecho de que es adoptaba, generando más discusión, porque muchas personas necesitaban alimetarse de este caso, cuya naturaleza es significativamente incierta.
Tampoco pudo faltar la penosa anéctoda de su pretendiente, un joven que logró sincerarse frente a las cámaras, revelando su identidad y sus sentimientos por Debanhi, incluso, lo mostraron en el funeral de la joven, donde dejó un enorme arreglo floral. “Desde niños se conocen”, dice la gente, aunque poco se sabe sobre su veracidad.
Luego, se popularizaron clips de su cuenta de Tik Tok, donde bailaba, cantaba y se desvivía, revelando que sí, se trata de una persona real, tan cerca pero tan lejos de cada uno; y es que, tanta información qué procesar, recuerdos, anécdotas y demás, volvieron a Debanhi un penoso caso de la desconfianza e inseguridad en el país, precisamente, porque había material qué procesar.
En otros casos de investigación de desaparecidos, no hay absolutamente nada, ni recuerdos, ni fotos “perturbadoras” como la de la joven en la carretera. Este caso se volvió popular cuando la gente simpatizó con Debanhi, con su historia y su vida, en la cuál todos buscaban una pista.
UNA VERDAD
Cuando la Fiscalía dio a conocer los videos de la joven corriendo, “huyendo” del Motel Nuevo Castilla, las redes explotaron en más incertidumbre y duda. Este sin duda se volvió un caso tan mediático, que la Fiscalía debía reportar todo, absolutamente todo, y esto sólo sucede cuando hay tanto qué buscar; aunque es deber ser de la organización, no todas las mujeres desaparecidas “dejan” pistas.
Y a Debanhi, desde su búsqueda, la han rodeado tantas preguntas.
No es la primera vez, a nivel internacional, que conmociona un caso así. Desde el homicidio de Gabby Petito, el de Shanann Watts, la captura de Luka Magnota… ¿La razón? todos dejaron ‘algo’, un hilo qué deshacer, principalmente, en redes sociales, lugar donde todo se mueve y, una vez publicado, jamás se borra.
La presencia de estos casos en Internet han sido partidarios para abrir discusiones, compartir teorías, volverse un tema sensacionalista y exprimirlo hasta que se acabe el material, sin embargo, es inevitable, menos ahora, donde las redes sociales han sido el principal foco de atención en todos estos casos.
Según Ruido en la Red, en México desaparecen al menos 10 mujeres al día, la mayoría tiene entre 15 y 19 años; la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), Karla Quintanilla Osuna, declaró que hasta este día en México hay más de 24 mil 600 mujeres desaparecidas que están esperando que las encuentren.
Lamentablemente, un caso como el de Debanhi puede volver a repetirse… Más seguido de lo que pensamos.
