Redacción
Ya comenzó la temporada de Polvo del Sahara en México, un fenómeno natural que se repite cada año entre junio y julio.
Se trata de una nube con toneladas de polvo proveniente del recóndito Sahara que, estacionalmente, recorre algunas partes de nuestro país.
El fenómeno que se repite anualmente tiene una función fertilizadora importante en el Atlántico y en gran parte de América, pero también puede provocar síntomas respiratorios como inflamación e irritación.
La nube de polvo llegará al Golfo de México y a las costas de Tabasco, Veracruz y Tamaulipas, aunque en esos casos con concentraciones bajas.
¿Qué es el Polvo del Sahara?
El Polvo del Sahara es una mezcla de aire caliente y seco cargado de arena, entre sus componentes destacan el Magnesio, Calcio y el cobre.
Como su nombre lo indica, proviene del Sahara, África, el mayor productor de polvo de todo el mundo gracias al desierto cálido más grande del mundo.
Así que, a grandes rasgos, el Polvo del Sahara es una nube de polvo que se desprende de la región del Sahel, en el desierto de Sahara, y se transporta por el Océano Atlántico, hasta llegar a diferentes partes del mundo.
En cuanto a México, durante la primavera y el verano, gracias a las altas temperaturas y las bajas presiones, el Polvo del Sahara llega de forma anual a la Península de Yucatán y la región oriente de México.
Es decir, suele pasar año con año por los estados de Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
Después de pasar por nuestro país, sigue su camino hacia el sureste de Estados Unidos.
¿Cuáles son sus efectos positivos?
Esta nube de polvo provoca muchos efectos, algunos de ellos muy positivos.
Por ejemplo, según Cenapred, el Polvo del Sáhara ayuda a disminuir los ciclones tropicales, además de bajar su fuerza.
Esto se debe a que la nube de polvo provoca que se reduzca la formación de nubes en el Atlántico.
Otro de sus efectos positivos es ayudar a fertilizar los suelos, gracias a que es rico en fósforo.
Además, este polvo ayuda a bloquear la radiación solar, permitiendo ver atardeceres más rojizos, así como brindar regulación de la temperatura de las zonas por donde pasa.
Finalmente, son fuentes de micronutrientes tanto para ríos y lagos, como para la biodiversidad marina.
Debido a que el hierro y el fósforo que transporta benefician la producción de biomasa marina en partes de los océanos en las que hay escasez de estos elementos.
¿Cuáles son sus efectos negativos?
Ahora bien, también provoca algunos aspectos negativos que es importante tener en cuenta.
Por ejemplo, el Polvo del Sahara suele provocar el alza de la temperatura de las zonas por donde pasa.
Además, arrastra consigo algunos microorganismos, incluyendo bacterias, virus, esporas, así como hierro, mercurio y pesticidas.
Esto provoca que genere efectos negativos en la calidad del aire y, sobre todo, un incremento de los síntomas de alergias entre las personas.
Por eso, su presencia suele causar irritación en garganta y mucosas, resequedad en la piel y afectar principalmente a personas con asma, problemas respiratorios o de inmunodepresión.
¿Qué medidas tomar ante el Polvo del Sahara?
Si vives en una zona en la que actualmente pasa el Polvo del Sahara, sigue estas sencillas recomendaciones:
Usa cubrebocas al salir a la calle, preferentemente uno con un nivel de filtro FFP2.
Durante esta temporada no realices deportes en las calles.
Utiliza protección ocular, como lentes o goggles, al salir a la calle.
Si formas parte de un grupo de población vulnerable (personas mayores, mujeres embarazadas, niños, enfermedades respiratorias crónicas) no salgas de casa si no es necesario.
Con esto, evitarás los principales problemas asociados con el Polvo del Sahara.
