Redacción
Esta vez, lo más destacado no fue un pase sin mirar o un dardo que desafía la gravedad a través de un laberinto de cuerpos. Esta vez, para traer a casa otro título de la AFC, Patrick Mahomes demostró esfuerzo y agallas.
No sorprende que el quarterback más espectacular de la NFL haya llevado a los Chiefs de Kansas City a una tercera visita al Super Bowl en sólo cuatro temporadas.
Lo que en verdad sorprende es el cómo.
En el último minuto en el Arrowhead Stadium el domingo por la noche, Mahomes, que aún tenía dolencias de un esguince de tobillo tras un tremendo golpe sufrido ocho días antes, aprovechó el momento con las piernas. Su corrida de 5 yardas hacia la línea lateral en el tercer intento quemó a los Bengals de Cincinnati cuando se combinó con una penalización de 15 yardas por un golpe tardío, preparando el gol de campo ganador del juego con tres segundos por jugar.
Nadie hubiera creído que se expondría de esa manera para hacer eso.
Feeling SUPER‼️ pic.twitter.com/qM8UXGOZqv
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Por otra parte, él es Mahomes. Siempre parece haber una nueva entrada para agrandar a su leyenda. Y recuerden que apenas está jugando su sexta temporada en la NFL.
“Al ver la jugada, pensé: ‘Bueno, Superman se puso la capa y lo hizo por nosotros’”, se maravilló el presidente y director ejecutivo de los Chiefs, Clark Hunt, consciente de la ansiedad que rodeó a su equipo toda la semana con el tobillo derecho de Mahomes en modo de rehabilitación y con todas las atenciones por parte de todo el cuerpo médico del equipo.
“Escucha, fue puro valor”, dijo el entrenador de los Chiefs, Andy Reid. “Para que Pat haga lo que hizo y luego tenga esa carrera al final, no puedo decir lo suficiente. Para mí, él es el MVP de la temporada”.
Esto es lo que diferencia a los grandes, los jugadores de élite, del resto.
Ellos encuentran una manera.
Pero aún hay una clase superior entre esos pocos bendecidos con ese don y son los que agradecen a quienes los ayudaron a llegar a lo más alto.
“No esperaba poder correr mucho”, dijo Mahomes. “Solo por la forma en que se sintió. Pero el personal de entrenamiento, (entrenadora atlética asistente) Julie (Frymyer), hizo un gran trabajo al darme suficiente rango y movilidad para que pudiera protegerme, y al final del juego, tuve que correr.
“Entonces, el crédito es para ellos (el personal de capacitación) y ellos solo se enfocaron en ello. (Tenemos) dos semanas más, así que tenemos que seguir haciéndolo”.
PATRICK. LAVON. MAHOMES. pic.twitter.com/9tipyBY0dj
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A lo largo del juego de campeonato de la AFC, Mahomes, de 27 años, parecía estar a un paso de un desastre. En un increíble pase completo en tercera oportunidad a Mecole Hardman en el tercer cuarto, por ejemplo, rodó hacia la izquierda y, mientras estaba fuera de balance, lanzó un balón exacto a través de su cuerpo para la primera oportunidad. Luego cojeó y se reunió con el grupo, haciendo una mueca de dolor evidente.
“Creo que todos lo vieron”, reflexionó Mahomes. “Dije que detenerme sería lo más difícil y, obviamente, lanzarla sobre tu cuerpo, porque tienes que plantar esa pierna derecha, girar y lanzar. Entonces, eso definitivamente no se sintió bien”.
Más tarde, en el tercer cuarto, cometió su única pérdida de balón, un balón suelto que apareció cuando el balón inexplicablemente se le escapó de la mano mientras estaba listo para lanzarle el balón a Márquez Valdés-Scantling para vencer una carga.
“Traté de levantarlo y ese fue probablemente el peor ajuste que tuve durante el juego”, dijo. “Por suerte, no nos costó el juego”.
Mahomes lanzó 43 veces, con 29 pases completos para 326 yardas y dos touchdowns (índice de pasador de 105.4) mientras jugaba sobre una pierna y con su cuerpo de receptores diezmado por las lesiones. Sobrevivió a tres capturas, pero con solo tres carreras para 8 yardas, la mayor parte del juego tuvo actos de autoconservación o extensión del juego. Había suficientes recordatorios exactamente del desafío al que se enfrentaba.
“Lo intenté un par de veces en el juego en las que estaba tratando de pasar por lugares que normalmente podía atravesar y se podía ver que no tenía esa explosión que normalmente tengo”, dijo a los periodistas. “Me quitó el balón de las manos rápidamente. Creo que viste eso, y confié en mis compañeros de equipo para hacer que las jugadas sucedieran, y eso es lo que hicieron”.
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En sus dos pases de touchdown, Mahomes ilustró lo peligroso que es, incluso cuando la mecánica de lanzamiento se ve afectada por el juego de pies. Movió la bolsa de protección, rodando a la derecha, para contactar a Travis Kelce para un tiro de anotación de 14 yardas en el segundo cuarto. En un lanzamiento de 19 yardas a Valdes-Scantling, salió de su lectura inicial y se metió en la bolsa para lanzar un láser justo fuera del alcance de un defensor en picada.
Todo esto, luego de días de dramatismo y especulaciones sobre el estado de su pie.
Reid se sintió alentado (y seguramente también aliviado) de que Mahomes no falló durante las prácticas de la semana pasada, probando el pie mientras hacía lanzamientos y realizaba otros movimientos que medían la fuerza y la movilidad.
“No me dio la oportunidad de no pensar que no iba a jugar”, dijo Reid. “Esa mentalidad se transmite a todos”.
Por supuesto, los Chiefs no necesitan más verificación de la determinación de Mahomes.
“Es todo un guerrero”, dijo el tackle izquierdo Orlando Brown. “Es un fuerte guerrero , y lo sabemos”.
Brown no fue el único compañero de equipo que usó esa descripción. Kelce, quien tuvo que lidiar con su propio problema de rehabilitación después de que su espalda se endureciera el pasado viernes, sintió que Mahomes estaría a la altura del momento con un viaje al Super Bowl 57 en juego.
Big time game, BIG TIME PLAY 😤 pic.twitter.com/upJPmwuqhe
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“Sabía con certeza que le iba a dar a esta ciudad, esta organización, todos los muchachos con los que trabajamos todos los días, todo lo que tiene”, dijo Kelce, quien atrapó siete pases para 78 yardas, el máximo del equipo. “Efectivamente, incluso en esa última jugada, viste que todo se unía. En este momento, sé que tenemos un guerrero allá atrás que se enfrenta a lo más grande de la temporada”.
Los Chiefs se enfrentarán al ex equipo de Reid, los Eagles de Filadelfia, en Glendale, Arizona, el 12 de febrero.
Sin embargo, Mahomes dejó el Arrowhead Stadium queriendo saborear el momento de vencer al equipo: los Bengals que el año pasado ganaron el título de la AFC en su territorio y en los últimos 13 meses habían ganado los tres enfrentamientos anteriores contra los Chiefs.
“Son un gran equipo y grandes líderes allá”, dijo Mahomes. “Pero sentimos que necesitábamos obtener esta victoria. Queríamos jugar contra este equipo y los conseguimos en el Arrowhead Stadium y pudimos terminar el trabajo esta vez”.
Y agrega otra entrada a la leyenda de Mahomes en la NFL.
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