Por Luis Guillermo Hernández Aranda
Un nuevo escándalo de dinero en efectivo rodea a la 4T. Ahora aparecieron videos de colaboradores de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, recibiendo dinero. El pasado lunes el noticiero “En Punto” de Televisa presentó tres videos en los que dos funcionarios del gobierno de Campeche y una senadora de Morena reciben dinero en efectivo en una oficina del palacio de Gobierno de esa entidad, cuando el gobernador interino era Carlos Miguel Aysa González, actual embajador de México en República Dominicana.
Las entregas de dinero ocurrieron antes de las elecciones federales y estatales celebradas en junio del 2021, cuando Layda Sansores era candidata de Morena a la gubernatura de Campeche. En los videos aparecen Raúl Pozos Lanz, actual Secretario de Educación de Campeche, Armando Toledo Jamit, jefe de la oficina de la gobernadora, y la senadora de Morena por esa entidad, Rocío Abreu Artiñano. El reportaje no especifica la cantidad de dinero, pero son varios fajos de billetes de 500 pesos.
En su defensa la gobernadora dijo que era dinero para ayudar a la gente. Su respuesta no es muy distinta a la de Pío López Obrador cuando Carlos Loret de Mola presentó videos donde recibe grandes cantidades de dinero en efectivo. El hermano del presidente dijo que eran “aportaciones para el movimiento”.
Es decir, la 4T cuenta la narrativa de un movimiento genuino, de supuesta justicia social para violar la ley, pero sobre todo para justificar la corrupción. Recientemente en una entrevista con Carlos Alarazki el ex morenista y ex defensor de la 4T, Gibrán Ramírez, cuenta como Morena mueve el dinero en efectivo, sobre todo en campañas y como el propio presidente Andrés Manuel López Obrador justifica la corrupción.
“La predica de Morena es totalmente contraria a la realidad. Los dirigentes (de Morena) saben como se mueve el dinero para las campañas. Diputados me han dicho ‘tuve que ir por unas maletas, pero estaban en dólares’. Una diputada que tuvo la mala suerte que la escuchara preguntaba: ¿pero ¿cómo dan el financiamiento público, es en efectivo verdad?”.
Y Gibrán va más allá cuando afirma que el presidente sabe todo esto sin embargo “tiene la cara dura para pararse frente a una cámara, poner los 4 deditos y decir: no mentir, no robar, no traicionar y ya se acabó la corrupción. Yo no puedo con eso”.
Ahí están las denuncias de varios candidatos de Morena que han dicho que su dirigente Mario Delgado los obliga a contratar ciertas consultorías, obviamente cercanas a él. Ahí están los escándalos de la casa gris del hijo del presidente. El libro el Rey del Cash se queda corto ante la realidad que estamos viviendo.
Y es que en tiempos de la 4T hay permiso de robar, todo bajo la justificación de que el dinero es para el pueblo, así envuelven la corrupción en un supuesto “manto de legalidad y justicia social” que es falso, pero sirve para engañar a sus seguidores. La corrupción en México no ha terminado simplemente ahora hay una creencia casi “divina” para llevarla a cabo.
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