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Por Eduardo J. De La Peña

Buen poder de convocatoria tuvieron el historiador Carlos Castañón Cuadros y el rector Salvador Hernández Vélez en la presentación del libro sobre la vida, obra y legado, como político, agricultor y empresario, de Don Braulio Fernández Aguirre.

Como ameritaba, el Colegio Coahuilense de Investigaciones Históricas estuvo bien representado por su presidente, el Profesor Arturo Berrueto González, y tres de sus integrantes, las señoras Lucrecia Solano Martino y Guadalupe Sánchez de la O, así como Carlos Manuel Valdés Dávila.

Del gabinete estatal los secretarios Ana Sofía García Camil, que tiene a su cargo la organización de la exitosa Feria, y Francisco Saracho Navarro, de Educación Pública.

El libro, en físico, lo tiene a la venta el propio Carlos Castañón, y pronto habrá una versión digital, así que si usted tiene aspiraciones para ocupar un cargo en la administración pública, o tiene algún amigo que ande con esas intenciones, en estos que son tiempos de calefactos, este sería un regalo muy útil, pues según lo que en la presentación se contó, bien podría tomarse como un tratado de gobierno eficiente y sensible.

Castañón se refirió a Don Braulio como un viejo sabio al que acudían políticos de las generaciones siguientes a pedir consejo, y en efecto así se le reconoció por décadas.

Y hace mención el autor a una de las frases que acuñó el ex gobernador Fernández Aguirre: “El orden duele pero da tranquilidad”, que muy presente la deberían de tener quienes ejercen, o van a ejercer, el poder –y sobre todo el presupuesto—en Coahuila y sus municipios.

También se hace referencia de cómo Don Braulio, en una de las etapas en que estuvo retirado de la política, fue líder del proceso para la reconversión económica de La Laguna, detonada por una crisis de escasez de agua.

Hay en el libro de Castañón todo un capítulo dedicado a eso. También tendría que ser un manual de cabecera para muchos funcionarios estatales y municipales, hoy que en varias regiones de la entidad apremia impulsar procesos de reconversión.

No es la intención hacerla de spoiler ni plagiar al historiador Castañón Cuadros, así que sin más detalles del contenido del libro, basta decir que es un justo reconocimiento a un hombre que se ganó con trabajo, sensibilidad, sabiduría y honestidad un lugar de honor en la historia de Coahuila.

La presentación fue aderezada además con una anécdota que desde el público contó uno de los hijos del ya fallecido líder campesino Don José Alvarez Alfaro, y que sirvió para recordar también el sentido del humor de Don Braulio.

Alvarez Alfaro, quien en ese entonces era diputado local, acompañó a Don Braulio en marzo de 1969 a Barroterán, cuando ocurrió la más terrible tragedia minera

en la historia de Coahuila. Al llegar al pueblo minero escucharon que por perifoneo se estaban solicitando paleros, para ayudar en el rescate.

El líder campesino se apuntó y le dijo al gobernador que iría a ayudar, pues sabía manejar las herramientas del campo. La respuesta de Don Braulio fue inmediata: “usted es palero mío y aquí se queda”.

–o—

Y de paleros hablando, así habrá estado el apretón para Ricardo Monreal, quien hace algunas semanas todavía decía a los cautro vientos que estaría en la boleta del 2024 con Morena o sin Morena, y este jueves ya salió a declarar que prefiere no ser nada a traicionar a López Obrador.

¿De qué tamaño debe ser el susto para que aflore un sentimiento de lealtad incondicional?.

De aspirante a la candidatura presidencial, Ricardo Monreal se conformó, e incluso en entrevista con López Dóriga confiesa que se puso eufórico al saber que tras de dos años de no tener ningún tipo de comunicación directa con el Presidente, el viernes anterior ya apareció en la lista de quienes ese día podían tener acceso a Palacio Nacional. Wow.

Ojalá que el acto de contrición del aún coordinador de Morena en el Senado sirva cuando menos para que el gobierno federal le quite presión a su hermano David, gobernador de Zacatecas, y ahora sí lo apoyen en serio para restablecer la seguridad en la vecina entidad.

edelapena@eldiariodecoahuila.com.mx