Redacción
Si bien, este logro abre puerta a la remota posibilidad de poder usar esta misma técnica en personas, los expertos indican que muy pocos de los embriones consiguen convertirse en crías de ratón vivas y nadie sabe si pudiera funcionar en los seres humanos.
No obstante, Diana Laird, experta en células madre y reproducción de la Universidad de California, campus San Francisco y que no participó en la investigación, considera que “es una estrategia muy inteligente”, y agregó “Es un paso importante en células madre y en biología reproductiva”.
Los resultados de este trabajo fueron publicados en la revista Nature.
Para llevar a cabo esta investigación, primero, tomaron células de la piel de la cola de ratones machos y para después transformarlas en “células madre pluripotentes inducidas”, que pueden convertirse en muchos tipos diferentes de células o tejidos. Segundo, por medio de un proceso que implicó cultivarlas y tratarlas con un fármaco, convirtieron las células madre de ratón macho en células femeninas y produjeron óvulos funcionales. Y tercero, fertilizaron esos óvulos e implantaron estos embriones en ratones hembra. Alrededor del 1% de los embriones —7 de 630— lograron convertirse en crías de ratón vivas.
Katsuhiko Hayashi, l líder de la investigación, de la Universidad de Kyushu y la Universidad de Osaka en Japón, comentó que “las crías lograron crecer normalmente y se reprodujeron, de la manera habitual”, a otros científicos durante la Tercera Cumbre Internacional sobre Edición del Genoma Humano.
Por otra parte, en un comentario que fue publicado junto con el estudio de Nature, tanto Laird como su colega, Jonathan Bayerl, precisaron que este trabajo “abre nuevas vías en la biología reproductiva y la investigación de la fertilidad” tanto para animales como para personas. En el futuro, por ejemplo, se podrían reproducir mamíferos en peligro de extinción a partir de un solo macho.
“E incluso podría proveer un modelo para permitir que más personas”, por ejemplo, en parejas masculinas del mismo sexo, “tengan hijos biológicos, al tiempo que soslayan los problemas éticos y jurídicos de la donación de óvulos”, escribieron Laird y Bayerl.
Así mismo, Laird y Bayerl advierten; que esta técnica es extremadamente ineficiente y resaltan que aún no tiene claro por qué solo consiguió sobrevivir una pequeña fracción de los embriones colocados en ratones sustitutos; esto podría deberse razones técnicas o biológicas.
Por último, acentuaron que aún es demasiado pronto para tener la certeza si el protocolo funcionaría en células madre humanas.
Con información de la Agencia The Associated Press.
