La Inteligencia Artificial (IA) llegó a la gastronomía para poder cocinar recetas más sostenibles, encontrar alternativas según el tipo de alergias, o incluso tener clientes “más felices”, tal como explicó la semana pasada el físico y experto en IA Eneko Axpe, durante el congreso internacional de gastronomía Madrid Fusión.
“Esto no va de humanos e IA, sino de humanos utilizando la IA como una herramienta más para hacer a nuestros comensales un poco más felices”, defendió Axpe en su ponencia en dicho congreso, que se celebró en la capital española y en la que mostró algunas de las aplicaciones de IA que ha llevado a cabo en el restaurante Azurmendi, de Eneko Atxa.
Aplicaciones realizadas por la versión 4 de ChatGPT que, a veces, fueron “alucinaciones” porque esta ofreció “texturas, sabores y combinaciones súper raras que nunca se le hubieran ocurrido a Atxa” y lo que vieron es que con estos resultados de la IA se podían crear nuevos platos.