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Revela investigación de la Narro que cada 50 años se vive una sequía en Coahuila

Las condiciones de sequía que vive Coahuila son severas y, de acuerdo con datos del Monitor de Sequía del Servicio Meteorológico Nacional, el 30 por ciento del territorio coahuilense, que corresponde a las zonas norte, carbonífera y centro-desierto, es el que ha notado niveles de sequía extrema.

Como se ha dado a conocer, el 71.2 por ciento del territorio coahuilense se encuentra en condiciones más bajas de sequía, aunque se reporta como una situación crítica para los municipios de la región sureste, partes de la laguna y de la centro-desierto.

De acuerdo con el profesor investigador en el Departamento Forestal de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, Eladio Cornejo Oviedo, este fenómeno es cíclico y se reproduce cada 50 años, a inicios y mediados de siglo.

“Este es un fenómeno recurrente, que ya tiene un rato que está sucediendo debido a que no ha habido suficiente precipitación; tuvimos un invierno anormal, ya que hubiéramos deseado cierta precipitación invernal y en realidad tuvimos una onda caliente en la que llegamos hasta los 27 grados, esto ya es un indicativo de que la primavera iba a allegar bastante seca”, puntualizó el investigador de la UAAAN.

Entre las consecuencias de esta sequía se encontrarán daños considerables a los ecosistemas, erosión de la tierra, incendios forestales, pérdida de los suelos, degradación de la calidad del agua y, por supuesto, del paisaje debido a que el ecosistema es propicio para los incendios forestales.

“La agravante es que no tuvimos suficiente precipitación, entonces, para los pastizales del norte de Coahuila el efecto es muy severo, también para los cultivos en general, el consumo de agua humano se debe empezar a racionar –y debimos haber empezado desde diciembre que ya se veía una sequía extrema-” resalta el profesor investigador.

¿NOS QUEDAREMOS SIN AGUA?

Aunque se desconoce qué tanto se podría incrementar la sequía extrema y en cuánto tiempo, Cornejo Oviedo detalló que se cuenta con información estadística a la que se puede recurrir mediante las investigaciones que ha desarrollado la Universidad para reconocer que nos encontramos en un ciclo.

“Estamos saliendo de la última sequía que vivimos por allá en los inicios de los 2000 y esta sequía que tenemos es todavía parte de eso; algunas sequías pueden durar hasta cinco años o pueden durar hasta más de 25 años, prolongadas, hay diferentes patrones y lo hemos estudiado desde hace bastante y seguimos trabajando en ello, ya que los anillos de los árboles son los mejores indicadores para ver los patrones cíclicos del clima, sobre todo de precipitación y de temperatura”, detalló.

Particularmente, el estudio “Dendrocronología de Pinus cembroides Zucc. Y reconstrucción de precipitación estacional para el sureste de Coahuila” realizado por la estudiante Vicenta Constante García en el 2009 pudo observar este comportamiento desde 400 años atrás.

“Esto nos da una idea de que esta sequía es parte de un ciclo y si la autoridad no nos brinda políticas públicas que puedan ayudar al cambio climático, entonces estamos siento más reactivos que proactivos, la pregunta es si el agua nos alcanzará para el consumo humano dejando de lado el consumo del ganado o agrícola”, indica el docente y doctor de la Universidad Antonio Narro.

HABRÁ QUE TOMAR MEDIDAS

En ese contexto, apunta que el atender la emergencia provocada por la sequía no es solamente responsabilidad de los gobiernos, sino del uso que le damos a los recursos hídricos con los que contamos.

“La preocupación es qué políticas públicas tenemos para enfrentar o mitigar los que estamos viviendo y cómo adaptarnos a la sequía que tenemos hoy en día, hay que empezar a operar hacia allá y tratar de hacer desarrollos urbanos o industriales pensando en la sustentabilidad de vivir en una zona árida”, concluye Cornejo Oviedo.

En el sexto reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) 2021 advierte que el calentamiento es real, antropogénico, cuenta con una magnitud de los cambios de clima sin precedentes, con aumentos drásticos y extremos.

También indica que existe una variación en los niveles de CO2 (Dióxido de carbono) que van de las 280 unidades, que se registraron en el año de 1850 a los 414.16 que se tuvieron en 2021.

Written by Redacción

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