El Gobierno francés se esfuerza en subrayar que los disturbios que se han sucedido las últimas seis noches tras la muerte por un tiro policial de un menor de 17 años no son una revuelta social de los barrios sensibles del país, sino un desencadenamiento de violencia de grupos de delincuentes jóvenes.
No es el fracaso del modelo francés”, han subrayado este lunes fuentes del Ejecutivo, que insisten en que lo que está ocurriendo ahora en Francia es una situación que se vive o se ha vivido en otros países, como Alemania, Bélgica, Suiza o Canadá, y que hay un problema general con jóvenes que recurren a la violencia.
Las fuentes refutan algunas de las ideas que han circulado, sobre todo en el extranjero, para explicar estos altercados asegurando que “no es una revuelta de los barrios” sensibles. En primer lugar porque la inmensa mayoría de sus habitantes están muy enfadados con este desencadenamiento de violencia.