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Por Eduardo J. De La Peña

Cuando han transcurrido casi cinco años del sexenio de López Obrador, por fin se puede entender por qué tanta tolerancia, contemplaciones, abrazos, apapachos y arrumacos con los carteles de la droga: son iguales.

Sí, los carteles y la 4T son iguales. Lo confirma el Presidente cuando dice que el narco usó la pobreza para construir su base social, y eso es exactamente lo mismo que están haciendo en el gobierno federal, aprovechar la pobreza para armar una estructura clientelar, por eso incluso se han empeñado –y vaya que lo han conseguido—en que crezca el número de personas en pobreza en el país.

Más grave aún, López Obrador admite que el poder del narcotráfico se ha infiltrado en el poder público, y reconoce que en estados como Chiapas y Guerrero las bandas delictivas han postulado candidatos con lo que han logrado el control de las autoridades.

¿Y hacen algo desde el gobierno federal para revertir la situación, restablecer el orden y recuperar los espacios arrebatados por el hampa?, desde luego que no, mantienen una actitud contemplativa, tolerante y, al final, cómplice.

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Atinado el planteamiento que hace el secretario de Vivienda Enrique Martínez y Morales de integrar un comité de desarrollo metropolitano entre Coahuila y Nuevo León, que en conjunto vaya planeando las acciones que se harán necesarias para hacer frente al crecimiento que se anticipa en los próximos años para ambas entidades.

Martínez y Morales refiere la experiencia de La Laguna, donde se integró la comisión para la zona metropolitana cuando ciudades como Torreón, Gómez Palacio y Lerdo ya estaban conurbadas, y en el caso de Saltillo, Ramos, Arteaga, Santa Catarina, García y Monterrey pueden anticiparse y apostar a mejores resultados.

El desarrollo plantea retos en capital humano, movilidad y servicios, y si se hiciera una planeación puntual y profesional se podría apostar a aprovechar las fortalezas de cada municipio en lugar de andar compitiendo a la mala para ver quién le puede arrebatar algo al otro.

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Ya en estos temas, interesante lo que acaba de dar a conocer el Instituto Municipal de Planeación que dirige Ricardo Alvarez. En una colonia de Saltillo con asesoría del Ministerio del Medio Ambiente alemán se aplicó un plan piloto para evitar inundaciones.

Se construyeron jardines y fosas permeables que permiten la retención e infiltración del agua, con lo que se evitaron escurrimientos pluviales que dañan la

infraestructura, también se acabó con los encharcamientos, y el agua de lluvia no se perdió.

El modelo es interesante, puede ser una solución para otros sectores en donde se genera caos cada que llueve; ofrece alternativas para el mantenimiento de las áreas verdes y para la recuperación de los mantos freáticos.

¿Por qué algo tan prometedor lo tenían tan escondido?.

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Comisión Federal de Electricidad abrió una nueva licitación para adjudicar la construcción del sistema de extracción de agua almacenada en las galerías de la mina Pasta de Conchos, y ya está apuntada para participar, y hasta propuesta técnica presentó, una de las dos empresas que fueron descalificadas en el proceso anterior, que fue declarado desierto en junio.

Corporativo Trimarco, constructora establecida en la delegación Gustavo A. Madero de la Ciudad de México, va por una segunda oportunidad, y compite con Servicios Eco Ambientales, una empresa establecida en Durango y en su caso sí especializada en obras hidraúlicas.

A mediados de la semana próxima tendría que tenerse el fallo de este nuevo procedimiento, vamos a ver con qué sorpresa sale la Comisión Federal de Electricidad.

edelapena@eldiariodecoahuila.com.mx

Written by Redacción

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