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De votos y traiciones

Por Luis Guillermo Hernández Aranda

Finalmente, las campañas llegaron a su fin. Los coahuilenses habremos de salir a las urnas para elegir gobernador y diputados locales. El Estado de México sólo elegirá gobernadora e independiente del resultado será una elección histórica ya que por primera vez será gobernado por una mujer.

Ambas elecciones son el último ejercicio previo al 2024, donde habrá de llevarse a cabo la madre de todas las batallas: la elección para la presidencia de la república además de renovar el Congreso Federal.

En Coahuila el proceso inició con traiciones y así terminó. Por un lado, priistas como Shamir Fernández y Jorge Luis Morán, escucharon el canto de las sirenas y se fueron con Ricardo Mejía Berdeja traicionando al gobernador, Miguel Riquelme, con quien tenían una relación cercana desde hace muchos años.

Después Mejía Berdeja traicionó al presidente, Andrés Manuel López Obrador, cuando desconoció la encuesta interna de Morena y se lanzó como candidato del PT. Rodolfo Walls traicionó al PAN, partido que le dio todos los puestos que había tenido en el servicio público sin despeinarse ya que por primera vez en su vida ha hecho campaña, pero ahora bajo los colores de Morena.

Mientras esa “izquierda” descolorida se daba con todo por debajo de la mesa, Manolo Jiménez construyó una alianza ciudadana con los colores del PRI, PAN, PRD, quienes, sí entendieron que el norte no es el sur, y que los coahuilenses no quieren más pleitos, ni divisiones, sino unión para mantener los altos indicadores en seguridad y productividad que tiene nuestro estado.

Al final se volvió a cumplir esa premisa de: quien obra mal se le pudre el tamal. El PT traicionó a Mejía Berdeja para anunciar que se “une” a Morena. Un apoyo más de palabra que en los hechos ya que carece de sustento legal y el anuncio no es más que llamado a misa. Lo mismo sucede con la traición del Verde a Lenin Pérez (por cierto, no perdamos de vista que la UDC en Coahuila es más fuerte que el Verde que nunca ha ganado nada por sí solo).

En este entorno los ciudadanos saldremos a votar, donde estamos obligados a reflexionar ¿qué Coahuila queremos? Uno que sea ejemplo a nivel nacional en seguridad y productividad como lo acaba de reconocer el IMCO, o uno inseguro como la realidad que se vive en Zacatecas y Tamaulipas. Salgamos a votar este domingo y cumplamos con nuestro deber como ciudadanos.

@lharanda

Written by Redacción

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