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Rusia, China e Irán respaldan a Hamás en una guerra mundial de palabras

El conflicto entre Israel y Hamás se transforma con rapidez en una guerra mundial por internet.‌ Irán, Rusia y, en menor grado, China han usado los medios de comunicación estatales y las principales plataformas de redes sociales para apoyar a Hamás y debilitar a Israel, mientras denigran al principal aliado de Israel, Estados Unidos.

Los intermediarios de Irán en el Líbano, Siria e Irak también se unieron al combate en línea, junto con grupos extremistas, Al Qaeda y el Estado Islámico, que antes combatían contra Hamás.

Según funcionarios de gobierno e investigadores independientes, el aluvión de propaganda y desinformación en línea es más grande de lo que se haya visto antes y es un reflejo de la división geopolítica del mundo.

“Lo están viendo millones, cientos de millones de personas de todo el mundo”, afirmó Rafi Mendelsohn, vicepresidente de Cyabra, una empresa de inteligencia de redes sociales de Tel Aviv, Israel, “y está influyendo en la guerra de una manera que quizá sea tan eficaz como cualquier otra táctica en el campo de batalla”.

Cyabra ha documentado al menos 40.000 bots o cuentas falsas en internet desde que Hamás atacó Israel desde la Franja de Gaza el 7 de octubre.

El contenido —visceral, con carga emocional, sesgo político y casi siempre falso— ha avivado la ira e incluso la violencia mucho más allá de Gaza, lo que desata el temor de que pueda exacerbar un conflicto más amplio. Aunque Irán ha negado cualquier implicación en el ataque de Hamás, ha amenazado con hacer lo mismo, y su ministro de Relaciones Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, advirtió que habría represalias en “múltiples frentes” si las fuerzas israelíes continúan atacando Gaza.

“Pareciera que todo el mundo está involucrado”, afirmó Moustafa Ayad, director ejecutivo para África, Medio Oriente y Asia del Instituto de Diálogo Estratégico. El instituto, una organización de investigación sin fines de lucro con sede en Londres, detalló la semana pasada las campañas de influencia de Irán, Rusia y China.

Las campañas no parecen coordinadas, según funcionarios gubernamentales y expertos estadounidenses y de otros países, aunque no descartaron la cooperación.

Mientras Irán, Rusia y China tienen motivaciones específicas para respaldar a Hamás en lugar de a Israel, han insistido en los mismos temas desde que comenzó la guerra. Según los funcionarios y expertos, no se limitan a proporcionar apoyo moral, sino que también organizan campañas de información abiertas y encubiertas para amplificarse mutuamente y expandir el alcance mundial de sus opiniones a través de múltiples plataformas y en varios idiomas.

Por ejemplo, hace poco, la división en español de RT, la cadena global de televisión rusa, publicó una declaración del presidente iraní en la que calificaba de crimen de guerra perpetrado por Israel la explosión ocurrida en el Hospital Árabe Al Ahli de Gaza el 17 de octubre, a pesar de que las agencias de inteligencia occidentales y analistas independientes han afirmado desde entonces que la causa más probable de la explosión fue un misil disparado erróneamente desde Gaza.

Otro medio ruso de noticias en el extranjero, Sputnik India, citó a un “experto militar” que decía, sin pruebas, que Estados Unidos proporcionó la bomba que destruyó el hospital. Este tipo de publicaciones han recibido decenas de miles de visitas.

“Estamos en una guerra no declarada de información con países dictatoriales”, dijo en una entrevista reciente James Rubin, director del Centro de Participación Global del Departamento de Estado.

Desde las primeras horas de su ataque, Hamás ha empleado una amplia y sofisticada estrategia mediática, inspirada en grupos como el Estado Islámico. Según los investigadores de Cyabra, sus operativos difunden imágenes explícitas a través de cuentas de bots procedentes de lugares como Pakistán, con lo que eluden las prohibiciones de Hamás en Facebook y X, antes conocido como Twitter.

Un perfil en X que tenía las características de una cuenta falsa, @RebelTaha, efectuó 616 publicaciones durante los primeros dos días del conflicto, aunque hasta entonces solo había publicado contenidos sobre críquet, según los investigadores. En uno de los mensajes aparecía una viñeta en la que se afirmaba que la resistencia palestina contra Israel se consideraba terrorismo, mientras que la lucha de Ucrania contra Rusia era legítima defensa.

Los funcionarios y expertos que dan seguimiento a la desinformación y el extremismo están sorprendidos por la rapidez y amplitud con que el mensaje de Hamás se ha difundido en internet. La intensidad emocional de la cuestión palestino-israelí y las imágenes gráficas de la violencia, captadas casi en tiempo real por las cámaras de los combatientes de Hamás, sin duda han contribuido a esta hazaña. También se ha visto impulsada por amplias redes de bots y, poco después, por cuentas oficiales pertenecientes a gobiernos y medios de comunicación estatales de Irán, Rusia y China, amplificadas por las plataformas de redes sociales.

En un solo día después de comenzado el conflicto, casi una de cada cuatro cuentas en Facebook, Instagram, TikTok y X que publicaban información sobre el conflicto parecía ser falsa. En las 24 horas siguientes a la explosión en el Hospital Árabe Al Ahli, más de una de cada tres cuentas que publicaban sobre el conflicto en X eran falsas.

Los investigadores de la empresa identificaron seis campañas coordinadas a una escala de tal magnitud, dijeron, que sugería la participación de naciones o actores no gubernamentales importantes.

El informe del Instituto de Diálogo Estratégico de la semana pasada identificó cuentas iraníes en Facebook y X que “han estado difundiendo contenidos de especial nocividad que incluyen la glorificación de crímenes de guerra y violencia contra civiles israelíes y animan a cometer más ataques contra Israel”.

Aunque el líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei, negó que su país haya participado en el ataque, las cuentas lo han descrito como el líder de una “resistencia panislámica” a Israel y a las potencias occidentales neocoloniales.

Una serie de publicaciones en X por parte de un medio afiliado al Estado, Tasnim News Agency, declaró que Estados Unidos era responsable de “crímenes” y transmitió un video de palestinos heridos. En Telegram, las cuentas también han difundido contenidos falsos o no verificados, entre ellos uno ampliamente desmentido, según el cual la CNN había simulado un ataque contra un equipo de televisión.

Cyabra también identificó una campaña en línea en árabe en X procedente de Irak, evidentemente de grupos paramilitares musulmanes chiitas apoyados por Irán, incluido el movimiento de Muqtada al-Sadr. Una red de cuentas publicó mensajes y fotos idénticos, con la etiqueta #AmericasponsorIsraelTerrorism (Estados Unidos patrocina el terrorismo de Israel). Según Cyabra, esas publicaciones tuvieron mayor actividad los días 18 y 19 de octubre, con más de 6000 interacciones, y tenían potencial para llegar a 10 millones de espectadores.

Israel, que cuenta con sus propias y sofisticadas operaciones de información, se ha encontrado inesperadamente a la defensiva.

“Al igual que sus fuerzas armadas, las redes sociales israelíes se vieron sorprendidas y respondieron con días de retraso”, comentó Ben Decker, director general de Memetica, una consultora de inteligencia sobre amenazas, y antiguo investigador de The New York Times. “La respuesta, incluso cuando se puso en marcha, fue caótica”.

c.2023 The New York Times Company

Written by Redacción

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