Redacción
A través de un comunicado, el Gobierno de Texas, liderado por el republicano Greg Abbott, respondió a los dichos del presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia matutino, donde tachó la colocación de boyas en Río Bravo como “inhumana”.
“La Secretaría de Relaciones Exteriores lo está viendo, se está conociendo sobre la nacionalidad y se va a actuar, ya se está demandando el que retiren esas boyas que es violatorio a nuestra soberanía y también a los derechos humanos, ya estamos en eso. No debería él de actuar así, es inhumano”, dijo AMLO.
Ante ello, el vocero del gobernador texano, Andrew Mahaleris, arremetió señalando que la responsabilidad es de México y Estados Unidos, así como las muertes ocurridas en la localidad, por sus “imprudentes políticas de frontera abierta”.
“Si realmente se preocuparan por la vida humana, harían su trabajo y asegurarían la frontera”, sentenció el funcionario estadounidense, quien recalcó que el fallecimiento de una persona, cerca de las boyas flotantes, sucedió antes de llegar a ese punto.
“El Departamento de Seguridad Pública de Texas informó previamente a la Patrulla Fronteriza sobre el cadáver que flotaba río arriba de las barricadas en el río Grande”, argumentó Mahaleris.
Por otro lado, minimizó el fallecimiento de las dos personas, una de ellas un migrante hondureño de 20 años, aclarando que las Naciones Unidas ya habían declarado aquella línea fronteriza como “el cruce terrestre más mortífero del mundo”.
Cabe destacar que, durante la tarde de este jueves, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Instituto Nacional de Migración (INM), confirmaron la nacionalidad de uno de los fallecidos, agregando que el joven y su madre se encontraban, previamente, en un albergue de Piedras Negras, Coahuila.
