Redacción
¿Sueles hablar contigo mismo, incluso incluyes a otras personas en tu conversación interna? Tranquilo, no estás loco ni eres la única persona que lo hace, es normal y muy común, de hecho es un rasgo que nos caracteriza como especie, así que calma. A continuación te explicamos qué es lo que sucede en tu cerebro cuando lo haces.
Aunque podría parecer un asunto de locura, hay dos personas en este mundo, aquellas cuya voz interior permanece en un estado de bastante silencio, y el otro grupo es para las personas que suelen tener charlas bastante largas consigo mismo. Esas conversaciones se consideran como un ejercicio ligado a la autopercepción, a la conciencia y a la memoria.
Lo que primero debemos entender es que, según los expertos, lo que en realidad sucede en nuestra cabeza no son diálogos o una conversación, sino un monólogo, porque solo intervenimos nosotros, aunque en nuestra mente existan más voces y son una simulación del habla abierta, esto significa que no hay gran diferencia entre verbalizar y no verbalizar.
De acuerdo con Hélène Loevenbruck, investigadora principal de la neurolingüística y jefa del equipo de lenguaje en el Laboratorio de Psicología y Neurocognición del CNRS, el cerebro pasa por procesos similares cuando piensas palabras que cuando hablas en voz alta.
Para entender mejor lo dicho por la investigadora, lo que pasa en nuestro cerebro es que las regiones cerebrales activadas durante el habla interna se muestran muy parecidas a las que se activan durante el habla abierta o el habla real. Estas regiones cerebrales incluyen el lóbulo frontal del hemisferio izquierdo y el lóbulo parietal.
“Ver la situación en la que te sitúas imaginariamente desde tu perspectiva diferente a la suya propia, incluso si es una perspectiva que estás elaborando tú mismo en tu cabeza, cambia las regiones del cerebro que resultan involucradas en el proceso”, afirmó la investigadora.
Finalmente, la experta en neurolingüística señaló que no todos los monólogos interiores son deliberados, por lo que a veces las palabras o las oraciones simplemente aparecen en tu cabeza, sin provocación. Sea como sea, escúchalas.
