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‘Fuimos atacados’, la versión de la Sedena sobre la ejecución extrajudicial en Tamaulipas

La aparente ejecución extrajudicial de cinco civiles que tuvo lugar el 18 de mayo en Nuevo Laredo, Tamaulipas, a manos de miembros del Ejército, revela los métodos utilizados por las Fuerzas Armadas en los últimos años.

En el video difundido en redes sociales, se puede observar cómo los civiles armados son sometidos, colocados contra una pared y luego disparados en la parte trasera de una tienda de autoservicio en la colonia Las Encinas, el 18 de mayo pasado.

Al principio del video, se muestra la camioneta en la que viajaban los civiles armados avanzando sin control hasta chocar contra la pared del centro comercial. Segundos después, algunos militares se acercaron a pie y se les unió un vehículo tipo Sandcat con la matrícula 0916579.

Alrededor de 12 agentes del Ejército se acercaron a la camioneta para hacer descender a los presuntos sicarios, ya rendidos, y recoger varias armas. Al estar desarmados y superados en número, los civiles no ofrecieron resistencia. Fueron sometidos, esposados, golpeados e incluso algunos de ellos fueron vendados en los ojos, según se puede apreciar en el video.

Después de asegurarlos, los militares colocaron a los cinco civiles junto a la pared. Un par de ellos fueron arrastrados. Según el video, se produjo un enfrentamiento aislado a tres cuadras de distancia, donde los agentes de Fuerzas Especiales tenían detenidos a los civiles. El estruendo de esos disparos habría sido aprovechado por los militares para disparar contra los cinco hombres.

LA VERSIÓN DE LA SEDENA EN CONTRASTE CON EL VIDEO

Según la versión de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), incluida en el Informe Policial Homologado (IPH), el dispositivo de seguridad estaba compuesto por tres unidades de reconocimiento y 17 agentes uniformados.

Supuestamente, perseguían una camioneta tipo pick-up (la que se muestra en el video), que perdió el control y chocó contra el muro de contención de una tienda comercial.

El teniente Nava mencionó que los militares le habrían pedido a los civiles armados que descendieran del vehículo con las manos a la vista. En ese momento, se percataron del arsenal que llevaban consigo y vieron que uno de ellos tenía una herida en la cabeza causada por el choque.

“Les estábamos proporcionando los primeros auxilios médicos cuando el personal de mi base de operaciones fue atacado con armas de fuego por personas de la delincuencia organizada en un intento de rescatar al personal que teníamos en el lugar”, dijo el oficial militar en su declaración.

De acuerdo con la versión de la SEDENA, los uniformados dispararon para repeler un ataque que “venía desde todas las direcciones”, incluyendo la maleza de la zona.

Las imágenes capturadas por una cámara de seguridad mostraron que, mientras los agentes disparaban hacia los civiles detenidos, algunos elementos dispararon sus armas en otras direcciones de manera aleatoria y constante, presuntamente para simular que se defendían de un ataque.

Respecto a la muerte de los civiles, Nava Martínez argumentó que simplemente habrían fallecido como resultado del intercambio de disparos al intentar recuperar sus armas.

“Les indicamos a los civiles que se cubrieran, que se tiraran al suelo […] Ellos hicieron caso omiso y trataron de recuperar sus armas y escapar del lugar. Un civil estaba cubierto con una venda y lo estaban empujando hacia la parte trasera de la tienda mencionada anteriormente. Al repeler el ataque y cesar los disparos de armas de fuego, nos acercamos a las personas civiles que estábamos inspeccionando inicialmente y nos dimos cuenta de que cuatro de ellos no tenían signos vitales y uno más estaba en estado crítico de salud”, declaró el teniente.

Según esta narrativa, a las 15:45 horas, los elementos de Protección Civil Municipal llegaron al lugar para llevarse al civil herido, quien posteriormente falleció. Por parte de los militares, resultaron heridos el teniente MC Jesús Alberto Navarro Hernández y el sargento segundo de Infantería, Ángel Mario Herrera Aguilar.

Como resultado de estos acontecimientos, tanto la Fiscalía General de la República (FGR) como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) iniciaron una investigación de oficio, ya que podría tratarse de un caso de ejecución extrajudicial y violaciones graves a los derechos humanos.

Written by Redacción

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