La contaminación atmosférica, aparte de contribuir al calentamiento global, incide en nuestra salud mental, según afirma un nuevo estudio del King’s College de Londres, que asocia el aumento del uso de servicios sanitarios a la alta exposición a la polución, de forma especial en personas que padecen trastorno de demencia.
“Partiendo de evidencias claras, provenientes de datos del mundo real (…) la contaminación atmosférica definitivamente tiene un impacto no solo en nuestra salud física, también mental”, afirma a EFE la doctora e investigadora Amy Ronaldson, del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres.