Yankees consigue ante Athletics su juego perfecto número 24

Domingo Germán fue el autor del juego perfecto número 24 en la MLB contra los Athletics de Oakland ayer por la noche, ya que el abridor de los Yankees no permitió hits ni bases por bolas en 99 lanzamientos en una victoria por 11-0.

En una temporada de altibajos, que incluyó una suspensión y un récord por debajo de .500, Germán tuvo una salida magistral contra los Athletics, que ocuparon el último lugar, mezclando sus lanzamientos, manteniendo a su defensa ocupada y comprometida, y sentenciando nueve ponches en el camino.

El esfuerzo del domingo fue el cuarto juego perfecto en la historia de la franquicia, y en la MLB, es el primer juego perfecto desde que Félix Hernández de Seattle tuvo uno el 15 de agosto de 2012.

Según la investigación de ESPN Stats & Information, a los 30 años, Domingo se convirtió en el jugador de mayor edad en lanzar un juego perfecto desde que el difunto Roy Halladay lo hiciera a los 33 años en 2010 con Filadelfia.

La victoria fue la tercera de Nueva York en sus últimos cuatro juegos y la primera de visitante de una serie fuera de casa que también incluirá una parada de fin de semana en San Luis.

It takes a team to achieve perfection 💙 pic.twitter.com/ZJShxAQs7a

— New York Yankees (@Yankees) June 29, 2023

Hace poco más de un mes, el pelotero fue suspendido 10 juegos por las Grandes Ligas después de usar demasiada resina en sus manos en una apertura contra los Toronto Blue Jays. Le dijo a los medios una semana después que usará menos resina y se disculpó con sus compañeros de equipo por el incidente.

El lanzador dominicano fue sancionado después de ser expulsado en la cuarta entrada de la victoria de Nueva York por 6-3 en Toronto el 16 de mayo. Retiró a los primeros nueve bateadores antes de que el umpire de primera base, DJ Reyburn, revisara sus manos mientras Germán se dirigía al montículo para el cuarto inning.

Después del juego, el umpire de home, James Hoye, dijo que Germán tenía “la mano más pegajosa que he sentido”.

La victoria en Oakland, sin embargo, impulsó su marca a 5-5 y vio una ofensiva inusual por parte de los compañeros de equipo del centroamericano. Los Yankees explotaron en la sexta entrada, metieron seis carreras y agregaron tres más en la novena.