Redacción
De acuerdo con su plan para endurecer su posición ante las grandes armadoras de autos de Estados Unidos, el United Auto Workers (UAW) amplió su huelga este martes a la planta de General Motors en Arlington, Texas, donde la empresa produce varios de sus modelos más vendidos.
El presidente del UAW, Shawn Fain, justificó la ampliación de la huelga, que se inició el 15 de septiembre, por los abultados beneficios de GM y su negativa a aceptar las demandas del sindicato para la firma de un nuevo convenio colectivo.
Este martes, General Motors (GM) dio a conocer sus resultados del tercer trimestre, incluyendo beneficios por 3 mil 305 millones de dólares.
En la planta de Arlington laboran 5 mil 322 personas y según GM, la huelga le está generando pérdidas de 200 millones de dólares por cada semana que pasa.
Fain cumplió su velada amenaza del viernes de ampliar la huelga para sacar más provecho de los fabricantes de automóviles, incluso cuando dijo que se estaban acercando a un acuerdo.
La planta de ensamblaje de GM en Arlington, Texas, fabrica los grandes vehículos utilitarios deportivos Chevy Tahoe, GMC Yukon y Cadillac Escalade.
“Otro trimestre récord, otro año récord. Como hemos dicho durante meses: ganancias récord equivalen a contratos récord”, dijo Fain en un comunicado el martes. “Es hora de que los trabajadores de GM y toda la clase trabajadora obtengan su parte justa”, agregó.
El paro en GM Arlington se produce tras la decisión del UAW del lunes de ir huelga en la fábrica de camionetas Ram de Stellantis en Sterling Heights, Michigan, la planta más grande y rentable del fabricante de automóviles.
Así, el sindicato ha cerrado las tres plantas más rentables de los fabricantes de automóviles de Detroit, comenzando con la huelga del 11 de octubre en la planta de Ford Motor en Kentucky, que fabrica camionetas F-Series Super Duty y grandes SUV. Ford dijo que esa planta genera 25 mil millones de dólares al año en ingresos.
La estrategia del UAW es aumentar la presión sobre los fabricantes de automóviles mientras intenta mejorar las ofertas económicas, que incluyen un aumento salarial del 23% de las tres empresas. El sindicato exige que aumenten esa oferta hasta el 25%, informó Bloomberg.
Tras el paro en la planta de Arlington, la huelga del sector afecta ya a 46 instalaciones de GM, Ford y Stellantis (8 plantas de montaje y 38 centros de repuestos) y a unos 46 mil trabajadores.
GM MUESTRA DECEPCIÓN
Este martes, en una teleconferencia con analistas y medios de comunicación, la consejera delegada de GM, Mary Barra, dio a entender que la oferta presentada a UAW es el máximo que puede ofrecer sin arriesgar el futuro de la compañía.
“Aceptar elevados costes que no son sustentables pondría nuestro futuro en riesgo, así como los empleos de los trabajadores de GM, y arriesgar nuestro futuro es algo que no haré“, declaró.
Por su parte, el director financiero de GM, Paul Jacobson, cifró en “alrededor de 200 millones de dólares” el coste de la huelga en el tercer trimestre e incrementó a 600 millones el impacto en las tres primeras semanas del cuarto trimestre.
Jacobson dijo que la huelga le estaba costando a GM 200 millones de dólares a la semana “sobre la base de las instalaciones afectadas hasta ayer”, por lo que el paro de Arlington aumentará las pérdidas.
PRESENTA RESULTADOS TRIMESTRALES
Este martes temprano, GM anunció un sólido trimestre de ganancias en el que sus ganancias de 2.28 dólares por acción superaron el pronóstico del consenso de Wall Street de 1.84 dólares.
Los ingresos netos casi habrían igualado los del año pasado si no fuera por los costos relacionados con la huelga de 200 millones de dólares.
Los ingresos de 44 mil 100 millones de dólares también superaron las estimaciones y GM vio aumentar sus ventas en Estados Unidos más del 19 por ciento.
Con información AP y Bloomberg
