Redacción
Código 10, un programa de televisión de la cadena Telecinco en España, compartió lo que aparentemente fueron las declaraciones que la futbolista Jennifer Hermoso relató a la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durantez, en relación al “Caso Rubiales” en el que se acusa al expresidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), Luis Rubiales por los delitos de acoso y coacción.
La jugadora, visiblemente afectada, explicó cómo vivió los hechos que la llevaron a formalizar una denuncia que diera pie a la investigación de lo ocurrido aquella noche de agosto, cuando la selección española femenil se convirtió en campeona mundial y Rubiales besó en la boca a la del jersey #10.
“Cuando estábamos en la ceremonia de la entrega de medallas, me pone la medalla. Yo saludo a la reina, abrazo a su hija y ya el siguiente era Rubiales. Yo le abrazo y lo primero que le digo al abrazarlo es ‘la que hemos liado’ y pega un brinco sobre mí y me mantengo firme. A la que baja, lo único que recuerdo es que me dijo ‘este Mundial lo hemos ganado gracias a ti’. Lo siguiente que recuerdo son sus manos sobre mi cabeza y el beso en la boca”.
Y, ante la inevitable pregunta de la Fiscalía sobre si el beso había sido consentido, Hermoso no dudo en responder ni un sólo segundo, con seguridad y un rotundo “no”: “No. No me sentí respetada ni como jugadora ni como persona”.
‘NO MEREZCO HABER VIVIDO TODO ESTO’
Entre sus alegatos, la nacida en Madrid declaró la dura situación que ha estado atravesando desde que todo explotó. Entre ello, que no ha podido salir de casa y que se siente indefensa:
“No he salido de casa, ¿por qué tengo que estar reprimida? Creo que no merezco haber vivido todo esto. Mancharon mi imagen y sentí que nadie me protegía”.
‘ERA UNA PERSONA DE CONFIANZA, NADIE ESPERARÍA ESO’: JENNIFER SOBRE CÓMO SE SINTIÓ
Jenni nunca se esperó que algo así ocurriera, para ella -y seguramente para el resto de las jugadoras, cuerpo técnico, y demás- Rubiales era un hombre de confianza y que lo único que ella tenía en mente era que había alcanzado el logro más grande de su carrera: ser campeona mundial.
“¿Capacidad de reacción? No, ni me la esperaba, ¿cómo lo iba a esperar en ese escenario, en una final del Mundial… Ni busqué ese momento, ni hice nada para que se llevara a cabo ese acto. En ese momento estaba en shock por esa celebración, un hecho histórico que nos ha costado la vida conseguirlo”, dijo.
En un evidente intento de responder a aquellas preguntas que a lo largo del proceso la han revictimizado a través de redes sociales, la prensa o por la misma defensa del sujeto señalado, Jenni se sintió con la necesidad de explicar por qué lo abrazó:
“En ningún momento me podía esperar que pasara eso. Sí que, al igual por la adrenalina le abracé, era una persona de confianza y nadie se esperaría eso por muy espontáneo que fuera. Yo ahí no tuve tiempo de reaccionar. Fueron segundos y, al instante, me bajé de la tarima con mis compañeras”.
¿QUÉ PASÓ INSTANTES DESPUÉS DEL BESO?
“Lo primero que les dije a Alexia y a Irene es: ‘Oye que me acaba de dar un beso Rubiales en la boca”. Alexia me dijo ‘¿¡Qué dices?!’ y yo le dije ‘Sí, sí. Muy fuerte’”.
Asimismo, lamentó que la agresión le impidiera poder celebrar su título, pues, asegura que al instante no pudo disfrutaralo porque “ni yo ni nadie se esperaba ese acto de celebración. Me siento con ellas, llega la entrega de trofeos e intento desconectar de esto y disfrutar el momento”.
EN LOS VESTIDORES: RUBIALES ESTABA NERVIOSO, JENNI ENTENDIÓ LA MAGNITUD DE LA SITUACIÓN
Al finalizar el partido, como ocurre con cada equipo, la Roja regresó a los vestuarios y una vez ahí, todas estaban en un ambiente de celebración por haber sido campeonas, algo que era inimaginable para ellas.
Jennifer explica que no podía ni quería robar protagonismo al hablar de cómo se sentía, porque acababa de vivir un hecho histórico y quería disfrutar y dejar que sus compañeras disfrutaran “lo que tanto nos había costado conseguir”.
Hablando sobre si en ese momento ya era consciente de lo que había pasado, explicó que quiso ignorarlo y seguir disfrutando con sus compañeras, pues, no quería arrepentirse de no disfrutar ese momento:
Luis Rubiales declaró 54 minutos y 36 segundos ante el juez por el beso a Jenni Hermoso durante la celebración del Mundial. 'El Español' recoge en exclusiva la declaración que hizo. Estas son algunas de sus palabras:
– "Jennifer Hermoso falta a la verdad hasta cuando dice que… pic.twitter.com/bFaqZLgbYY
— Oh! Periodista! (@OhPeriodista) October 4, 2023
“Tenía claro lo que había pasado. Se lo transmití a mis compañeras justo al bajar. No había visto la imagen del beso hasta que me lo enseñan en el vestuario. Cuando vemos las imágenes es como… ‘¿Esto ha sido real?’”
La siguiente interacción que tuvo con Rubiales, fue cuando se entera que el presidente estaba afuera del vestuario. Se acerca a ella y le dice “Jenni, Jenni, del beso se está hablando mucho”.
Sin embargo, el momento que la terminó de hacer consciente de todo, fue cuando, durante su discurso, Rubiales la agarraba del hombro porque estaba a su lado “ya que entramos juntos al vestuario”. Fue ahí cuando comenzó a sentirse incómoda y “vi que algo más grave estaba pasando”.
Explicó que su relación siempre fue de “jugadora y presidente. Un trato formal, cordial”.
En la declaración filtrada por el programa mencionado al inicio del artículo, también se habla sobre la coacción a la que fue sometida por diferentes miembros de la RFEF, Jorge Vilda (exentrenador de la Selección que inclusive se acercó con el hermano de Hermoso), el presidente de Marketing Rubén Rivera, el acoso de Albert Luque (de la selección masculina) con una de sus amigas para intentar convencerla de que hablara con él y, por supuesto, del propio Rubiales, quien le pidió que “lo hiciera por sus hijas”.
Hasta el momento, Rubiales ha mantenido su posición de que el beso fue “consentido”. Será la mañana de este 10 de octubre cuando Rubén Rivera y Jorge Vilda comparezcan a declarar. Albert Luque está citado para el 16.
