Redacción
El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó la polémica ley SB4, que permitirá a la policía estatal y de la localidad arrestar a los migrantes que se crea que se encuentrnan ilegalmente en el estado.
El mandatario texano firmó el paquete de leyes antimigrantes consideradas las más estrictas en la historia estadounidense, con las que podrán deportar migrantes sin el debido proceso.
La firma ocurrió durante un acto en Brownsville, Texas, y se prevé que esta ley entre en vigor a inicios de 2024, aunque colectivos de los derechos civiles adelantaron que presentarán un recurso ante la Suprema Corte de Estados Unidos.
Esta ley contempla que el ingreso ilegal desde un país extranjero será considerado como delitos estatal, por lo que el gobierno de Texas podrá señalar a los inmigrantes de un delito menor de clase B, lo que es castiado con hasta seis meses de prisión o 2 mil dólares de multa.
La condena podría incrementar a un delito grave de prisión estatal si el acusado tiene alguna condena previa por el mismo delito.
Uno de los puntos más polémicos es que esta ley permite a la justicia estatal que ordene la expulsión de personas sin mediar proceso judicial.
De acuerdo con especialistas, esta sería la ley más restrictiva para los migrantes que se haya aprobado en Estados Unidos, ya que permite a los policías arrestar a personas por sospechas de su estatus migratorio.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) respondió a esta ceremonia diciendo al gobernador Abbott que “la crueldad con los migrantes no es una solución política”.
Por su parte, David Donatti, abogado de ACLU en Texas, indicó que la SB4 “viola disposiciones constitucionales críticas acerca del papel del Gobierno federal en la definición de las prioridades de inmigración, y las limitaciones de los estados en cuanto a interferir con esas prioridades y con las relaciones internas e internacionales de Estados Unidos”.
El goberndor Abbott también firmó un proyecto de ley separado, conocido como Proyecto de Ley del Senado 3, con el que asignan 1.54 mil millones de dólares en fondos para que el estado siga construyendo un muro fronterizo.
