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Candil de la calle

Fotografía de archivo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. EFE/Isaac Esquivel

En el tintero

Por Jessica Rosales

En las últimas semanas sigue latente el análisis de las 20 iniciativas presentadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, en las que insiste en que se tratan de reformas para “salvar al pueblo” y para impulsar programas que buscan la justicia social.

Hace algunos días, compartí con algunos expertos un espacio para el análisis de dichas reformas ¿Cuáles son los riesgos económicos y sociales? ¿Las propuestas tienen algún sustento? Recibí de parte de todos, análisis muy puntuales y precisos de lo que significan muchas de estas iniciativas.

En la perspectiva político- electoral, Gustavo Espinoza Padrón, habló de las reformas en la materia y cómo en el discurso suenan altamente positivas; pero en el fondo. los planteamientos son inviables e intransitables.

El economista Antonio Serrano, explicó con precisión el riesgo financiero en el que se colocaría al país y la falta de recursos para solventar propuestas tan ambiciosas, pues señala que al menos en los próximos 10 años, los tres proyectos con los que quiere lograr algunos de sus objetivos no son rentables, hablando de Mexicana de Aviación, el Tren Maya y Dos bocas.

El analista Néstor Hurtado Vera, reveló un tema sin duda importante, cómo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su discurso habla de justicia social para todos, mientras las condiciones de sus trabajadores son precarias y carentes de seguridad social.

Basado en al menos 10 testimonios de jóvenes que son parte de Bienestar Coahuila y trabajan como Servidores de la Nación o son parte de una plantilla “legaloide” en la que se evaden responsabilidades sociales, desenmascara al propio Presidente de la República y a su equipo de trabajo.

Se dice que el presidente busca Justicia Social ofreciendo, entre otras cosas, el 100 por ciento del salario para las jubilaciones, mientras empleados de Bienestar no solo en Coahuila sino en todo el país no cuentan con seguridad social a pesar de ser empleados federales. La única prestación que reciben es su aguinaldo, y además de ello, no han recibido su sueldo correspondiente al mes de enero.

En contraparte, señala Néstor Hurtado, la pensión universal para adultos mayores no diferencia a la población vulnerable, ya que el único requisito es tener 65 años o más para recibir un recurso de casi 6 mil pesos bimestrales.

Es así como, sin mayor problema, hoy el exembajador de México en España, Jorge Zermeño Infante, quien cuenta con una buena posición social, es decir, no tiene necesidad de acceder a un programa social recibe este beneficio, lo que le quita la posibilidad, tal vez, a una persona de 60 años que, si bien no cumple el requisito, sí requiere el apoyo gubernamental, por mencionar un ejemplo.

Casos como este observó Néstor Hurtado, cuya información es pública, lo que deja en evidencia la intención del presidente y su partido Morena de llevar la justicia social solo en el discurso para obtener un logro político-electoral y, en definitiva, sin la intención de sacar al país de la pobreza, ya sea fortaleciendo, depurando o vigilando sus programas sociales.

De esta manera es indiscutible que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador es candil de la calle y oscuridad de su casa. Lograría muchos ahorros y austeridad si voltea primero a ver sus dependencias y la operación de sus programas, y luego se dedica a trabajar con lo de afuera.

Written by Redacción

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