Redacción
En el tintero
Por Jessica Rosales
A pesar de que las leyes y esfuerzos legislativos en México buscan el interés superior del menor, en la actualidad y en la práctica ese interés lo fija el presidente Andrés Manuel López Obrador a su ideología y conveniencia.
La controversia generada por los nuevos contenidos en los libros de texto gratuitos probablemente tenga una buena intención, pero se hicieron con una muy mala práctica, en lo oscurito, sin preguntar ni consultar a nadie, sin tomar en cuenta a los padres de familia, a los principales interesados en la enseñanza de sus hijos.
De acuerdo a las posiciones que se han mostrado en contra de estas modificaciones, los textos adoctrinan, reducen las ciencias exactas como las matemáticas y hacen “apología a la pobreza” y “apología de la violencia”.
Fue desde diciembre de 2022, cuando la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, organismo descentralizado de la SEP, contrató a 12 empresas para la impresión de más de 69 millones 340 mil unidades para nivel primaria.
Entre los cambios, se redujo el número de libros, de cinco (civismo, lecturas, matemáticas, lengua materna y conocimiento del medio) se comprimieron a dos libros; uno de ellos, se llama Múltiples lenguajes y otro Nuestro Saber.
Luz de Teresa, expresidenta de la Sociedad Matemática mexicana e investigadora del Instituto de Matemáticas de la UNAM, detalla que estos libros dejan de lado el aprendizaje cognitivo. “Una de las cosas muy graves es que redujeron las matemáticas, de un libro de 222 páginas lo convirtieron en 11 páginas para el nivel de primaria”, expresó.
“Los libros de 1º de primaria parece que están hechos para niños, que ya tienen un dominio absoluto de la lectoescritura, cuando sabemos que no todos los niños van a preescolar, están muy lejos de ser accesibles”, señala la experta.
Hay que decir que los maestros además están impactados y un poco perdidos, pues coinciden con la opinión de la experta, respecto a que los materiales para primaria no van acorde a las capacidades de un estudiante de primer grado, pues asumen que saben leer cuando en la realidad no es así.
Como una imposición de su ideología y en su dictadura, Andrés Manuel López Obrador ha violado la libertad de los padres de familia de tratar esos temas en casa para volverlo obligatorio en las aulas, así como el interés superior de los niños y niñas.
Claro que se ha luchado por incluir contenidos de diversidad, inclusión y otros, pero la forma en que lo está haciendo está generando mucha inconformidad porque lo hizo con riesgos sin involucrar a los padres de familia para que den el acompañamiento necesario.
Y no es solo un tema del Presidente es de quienes forman parte del partido guinda, pues en 2019 en Puebla cuando gobernaba Miguel Barbosa la Secretaría de Educación Pública de ese estado agregó contenido en el libro de Historia Socio-económica de México”, para quinto año de bachillerato, en donde habla de fifis y chairos tratando de polarizar y adoctrinar la mente de los jóvenes.
Además de ello, la SEP y el Presidente violan las leyes, pues no acatan la orden de un juez que desde mayo ordenó la suspensión de la impresión de los libro de texto gratuitos, y ante el desacato intentan engañar a la población, por lo cual la Unión Nacional de Padres de Familia ya interpuso un recurso legal para que la Suprema Corte de Justicia atraiga el caso y de una vez por todas le ponga un alto al dictador.
