Redacción
Las salchichas son productos de carne procesada que deberías evitar o consumirlas ocasionalmente. Si las comes con frecuencia, puedes experimentar algunos efectos secundarios nada deseables para tu organismo.
Las salchichas son una carne procesada con un aporte nutricional muy pobre. Suele incluir colágeno comestible procedente de cartílagos, tendones y nervios de la carne, múltiples aditivos y contaminación cruzada. Su aporte proteico es mucho menor al de la carne de cerdo, mientras que incluye un 18% de grasa.
Las salchichas tipo frankfurt (las más consumidas) contienen de 220 a 250 calorías por cada 100 gramos. La proteína que incluye suele ser de bajo valor biológico y las grasas suelen representarr en torno al 20 % del contenido total, con una presencia de ácidos grasos insaturados similar a la de saturados, que contribuyen a aumentar los niveles de colesterol en sangre.
Las salchichas también pueden contener almidón, lo que hace imposible su consumo por parte de celíacos, y leche en polvo, esto último a tener en cuenta por aquellas personas con intolerancia a la lactosa. También se le añade más agua de la recomendada y cantidades de sal elevadas que sonrojarían a cualquier hipertenso: suelen tener de 800 a 1.370 miligramos de sodio por cada 100 gramos.
Las salchichas pueden considerarse dañinas por varias razones, pero es importante tener en cuenta que el grado de daño puede variar dependiendo de los ingredientes y del estilo de vida general de una persona.
Aquí hay algunas razones por las que las salchichas pueden considerarse perjudiciales:
Contenido nutricional: Las salchichas suelen ser altas en grasas saturadas y colesterol, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón y otros problemas de salud. También pueden contener sodio en cantidades significativas, lo que puede contribuir a la presión arterial alta.
Aditivos y conservantes: Algunas salchichas pueden contener aditivos y conservantes, como nitratos y nitritos, que se utilizan para mejorar el sabor y prolongar la vida útil. Estos compuestos se han relacionado con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer, aunque la evidencia no es concluyente.
Procesamiento y carne procesada: Las salchichas generalmente se consideran carne procesada, lo que implica que han sido modificadas a través de métodos de procesamiento, como el ahumado, el curado o la fermentación. Estos procesos pueden generar compuestos dañinos, como aminas heterocíclicas y hidrocarburos aromáticos policíclicos, que se han asociado con un mayor riesgo de cáncer.
Contaminación cruzada y calidad de los ingredientes: Dependiendo de la fuente y el proceso de fabricación, las salchichas pueden estar sujetas a contaminación cruzada con bacterias dañinas, como la Salmonella o la Escherichia coli. Además, si se utilizan ingredientes de baja calidad, como restos de carne o subproductos cárnicos, las salchichas pueden contener aditivos y contaminantes no deseados.
¿Cuáles son las peores marcas, según Profeco?
Las salchichas varían según su composición, su principal ingrediente puede ser carne de res, cerdo, ternera o ave, e incluso de estas carnes combinadas. El etiquetado debe señalar cuál es el ingrediente principal presentándose primero, si describe “Salchichas de cerdo y pavo” debe tener mayor contenido de cerdo. Lamentablemente la norma anteriormente mencionada que es regulada por Profeco no es obligatoria en su cumplimiento y esto da lugar a que existan salchichas adulteradas.
Profeco realizó un profundo análisis de 57 marcas de salchichas y dio con que 30 de ellas no tiene la cantidad de carne que indica su envoltorio o mienten con algunos componentes de su contenido; por eso ha indicado en particular 5 marcas de salchichas adulteradas que son las más perjudiciales para la salud.
En general estas salchichas tienen una gran cantidad de sodio que resulta muy dañina para la salud, en otros casos contienen un alto contenido graso del cuál no informan.
Estas son las 5 marcas de salchichas adulteradas que es mejor que evites por tu salud:
Fud Cuida – t + Salchichas de pavo: empezando porque estas salchichas adulteradas no contienen pavo sino pollo, pero además no son para nada saludables ya que contienen la misma cantidad de sodio y grasa que cualquier otra.
Parma Sabori, Salchicha de pavo: su empaque verde es engañoso pues no es más saludable. Una vez más esta está hecha con pollo en lugar de pavo.
Aurrera salchichas clásicas: aunque su empaque advierte por el sodio, no solo tiene alto contenido en este mineral, también contiene alto contenido en grasa y carbohidratos. Pero lo peor es que estas salchichas adulteradas contienen más agua y almidón que carne.
Salchicha Línea roja: lo que menos contienen estas salchichas adulteradas es carne, de hecho contienen fécula, almidón y harina; esto la hace muy alta en candidatos.
Pepe salchichas: simplemente no indican qué tipo de carne tienen en su interior, además de tener gran cantidad de grasa y agua.
Existen además otras marcas señaladas por Profeco como salchichas adulteradas o que no respetan lo que declaran en su empaque. Las marcas de salchichas Don Fer, Precissimo, Parma Sabori, Duby y Salchichas de Pavo Aurrera contienen alto contenido graso y también gran cantidad de agua. Otras como Duby, Don Fer y Aurrera tipo Viena declaran tener mayor cantidad de carne de la que realmente poseen.
Aunque las salchichas pueden tener un sabor agradable y ser parte de la dieta de muchas personas, se recomienda moderar su consumo y optar por alternativas más saludables, como carnes magras, aves de corral sin piel, pescado y opciones vegetarianas. Además, llevar una dieta equilibrada y mantener un estilo de vida activo son factores importantes para la salud en general.
¿Qué dice la OMS?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar la ingesta diaria de sodio como parte de una dieta saludable. Aunque el sodio es un mineral esencial para el funcionamiento del cuerpo, el consumo excesivo puede contribuir al desarrollo de enfermedades como la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
La recomendación de la OMS establece que los adultos no deben consumir más de 2 gramos de sodio por día, lo que equivale a aproximadamente 5 gramos de sal. Sin embargo, la ingesta ideal para mantener una buena salud es de 1 gramo de sodio al día, o 2.5 gramos de sal.
Es importante tener en cuenta que la mayor parte del sodio que consumimos no proviene del salero en nuestra mesa, sino de alimentos procesados y preparados comercialmente. Estos alimentos a menudo contienen sodio agregado en forma de sal o aditivos con alto contenido de sodio.
Es importante leer las etiquetas de los alimentos y elegir opciones bajas en sodio. Además, es recomendable limitar el uso de sal al cocinar y durante las comidas, y en su lugar, usar especias y hierbas para realzar el sabor de los alimentos.
Recuerda que es fundamental mantener una dieta equilibrada y variada, y consultar a un profesional de la salud para recibir orientación personalizada sobre tus necesidades nutricionales.
