Redacción
Dick Butkus, una leyenda del fútbol americano, dejó este mundo este jueves. Ya no estuvo para presenciar la victoria de sus queridos Bears, que a manera de despedida rompieron una racha de cuatro derrotas y se impusieron a los Washington Commanders.
Tenía 80 años. De acuerdo con un comunicado de los Bears, la familia de Butkus confirmó que el ex deportista murió mientras dormía en su casa en Malibu, California.
No sólo el equipo de Chicago está de luto; toda la NFL y los seguidores del futbol americano, pues se trata de uno de los mejores en su posición, linebacker, de todos los tiempos
Dick Butkus, una leyenda del fútbol americano, dejó una huella imborrable en la historia de los Chicago Bears y la NFL a lo largo de su carrera profesional, que abarcó desde 1965 hasta 1973. A pesar de no haber ganado un Super Bowl, su nombre se ha convertido en sinónimo de excelencia.
A lo largo de su carrera acumuló una impresionante lista de logros individuales. A lo largo de sus nueve temporadas en la NFL, recibió seis selecciones All-NFL, dos premios al Jugador Defensivo del Año y participó en ocho Pro Bowls. A pesar de las lesiones que acortaron su tiempo en el campo, su impacto en el juego fue innegable.
CUALQUIER APODO LE QUEDABA CHICO
Su estilo de juego implacable y su habilidad para generar caos en el campo le valieron una serie de apodos emblemáticos, como “The Master of Mayhem”, “The Enforcer”, “The Animal” y “The Robot of Destruction”.
Su influencia trascendió su época, ya que fue incluido en los equipos de la década de los años 60 y 70, así como en los equipos del 75º y 100º aniversario de la National Football League, un testimonio de su grandeza en el deporte.
A lo largo de su carrera, Butkus dejó su marca en las estadísticas, acumulando mil 20 tacleadas, 22 intercepciones y 27 balones sueltos recuperados.
Su destacado desempeño en el campo le valió un lugar en el Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional en 1979, siendo elegido en su primer año de elegibilidad, un testimonio de su estatus como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Además de sus logros individuales y su impacto en el campo, el legado de Dick Butkus también se perpetúa a través del Premio Butkus, establecido en 1985 para honrar a los mejores apoyadores a nivel de escuela secundaria, universidad y profesional.
Los Chicago Bears también rindieron homenaje a su contribución al equipo retirando su camiseta número 51 en 1994, un gesto que destaca su lugar destacado en la historia de la franquicia.
