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El sucio negocio del agua en garrafón

Redacción

Uno de los negocios más productivos de los últimos años es la venta de agua embotellada o en garrafón. Incluso se vende más agua que bebidas alcohólicas y refrescos. La pregunta es: ¿en realidad tomamos agua purificada?

En Torreón, como en toda la Comarca Lagunera, en los últimos años han proliferado los negocios de venta de agua potable, particularmente de garrafón. Sin embargo, a simple vista estos establecimientos se limitan a una ventana, donde abunda la suciedad y la higiene está ausente.

Ejemplo de esto es la ventana para llenar garrafones de agua ubicada en la calle Golondrinas esquina con Paseo de Los Nogales en la colonia Jacarandas donde no hay ni siquiera medidores de agua y luz, a pesar de ser uno de los requisitos.

Calle Golondrinas esquina Paseo de los Nogales, colonia Jacarandas, sin medidores de agua y luz

En medio de suciedad hay otro despachador en la Calle Amazonas en la entrada a la Colonia Río 2000 donde se puede apreciar un tanque de agua, pero también sin medidores.

Calle Amazonase, en la entrada a colonia Río 2000, frente al tanque de agua está sin medidores de agua y luz

Los “negocios” de estos tipos abundan sin las condiciones de higiene, tampoco sin cumplir los requisitos. El evadir la ley y no dar agua de calidad les permite vender el líquido apenas en cinco pesos.

La mayoría de estos establecimientos ponen las ventanas de venta con el mismo contrato de agua de la casa, es decir de uso doméstico, sin pagar la factibilidad de giro industrial que es como se cobra el servicio en este tipo de negocios.

Llenar el garrafón de agua purificada cuesta en promedio entre 10 y 15 pesos, dependiendo de la marca, sin embargo, hay ventanas en precarias situaciones donde llenar el garrafón cuesta entre 5 y 8 pesos, ya se podrá usted imaginar la calidad del agua.

Los requisitos que se deben cumplir para tener un negocio de este tipo no son sencillos, tampoco la inversión es poca cosa.

Calle Mártires y Alejandro Casas en la colonia Primera Rinconada, a un lado de una carnicería Palomares, sin medidor de agua y luz

Entre los requisitos se encuentran:

  • Licencia de funcionamiento municipal
  • Estudio/permiso de factibilidad de Simas o del sistema operador de agua
  • Equipo adecuado para realizar osmosis (purificar agua)
  • Contrato de agua simas industrial
  • Contrato de luz

Este sería el primer paso, pero aún es necesario el mantenimiento de la planta purificadora

  • Constancia mantenimiento diario de área y a equipo
  • Tarjeta de control sanitario de personal
  • Certificación mensual de fumigación interna y externa
  • Certificación examen mensual laboratorio microbiológico de agua
  • Certificación examen mensual laboratorio fisicoquímicos de agua

Además, la inversión en un primer paso puede consistir en un equipo de purificadora de centro de llenado con ósmosis inversa para 350 garrafones diarios cuyo precio ronda los 85 mil pesos, mientras que hay de más de 400 garrafones que representa una inversión que está entre los 100 mil pesos, al contar con sistemas más eficientes con menor intervención humana. A esto hay sumarle los costos de mantenimiento y operación.

Recientemente en la Ciudad de México hubo un operativo donde las autoridades de salud suspendieron 43 establecimientos para purificar agua, por no cumplir con el reglamento. De acuerdo a una nota publicada en la revista Proceso se realizaron 75 verificaciones sanitarias tras denuncias ciudadanas. Las principales irregularidades que se encontraron fueron la falta de lavado de los garrafones, depósitos en pésimas condiciones, materia orgánica, hongos y un proceso inadecuado del flujo del agua, algunos con filtros viejos o saturados.

La pregunta es ¿por qué en La Laguna no se llevan a cabo este tipo de operativos? Y es que abundan los establecimientos de venta de agua de garrafón que incumplen todas las medidas sanitarias.

Calle Tercera y Mártires, colonia Primera Rinconada, no cuenta con medidores de luz y agua

“En una ocasión se puso verde el agua luego de unos días de haber comprado el garrafón con agua según era purificada, pero es claro que no, porque si no, no se hubiera puesto con lama, tuve que tirarla y lo malo es que no me fijé de qué empresa purificadora era”, dijo una señora de la colonia Primera Rinconada que prefirió omitir su nombre.

Los testimonios de este tipo abundan en la región. El negocio del agua deja múltiples ganancias, sobre todo cuando los garrafones se llenan directamente de la llave y se vende como si fuera purificada.

Written by Redacción

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